Cuando niña,
cualquier voz me servía
para irme a dormir
escuchando cuentos a susurros.
Incluso aquella monótona cinta
que daba vueltas y
se trababa siempre
en la misma línea.
Cuando niña,
cualquier historia
me hacía soñar
aún cuando tocaba despertar.
Ahora, cuando niña,
todos mis sueños y noches
giran en torno a tus días.
cualquier voz me servía
para irme a dormir
escuchando cuentos a susurros.
Incluso aquella monótona cinta
que daba vueltas y
se trababa siempre
en la misma línea.
Cuando niña,
cualquier historia
me hacía soñar
aún cuando tocaba despertar.
Ahora, cuando niña,
todos mis sueños y noches
giran en torno a tus días.
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