Sonntag, Oktober 03, 2010

Cuando niña,
cualquier voz me servía
para irme a dormir
escuchando cuentos a susurros.
Incluso aquella monótona cinta
que daba vueltas y
se trababa siempre
en la misma línea.

Cuando niña,
cualquier historia
me hacía soñar
aún cuando tocaba despertar.

Ahora, cuando niña,
todos mis sueños y noches
giran en torno a tus días.